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Nutrición

Mantén tus Hormonas en Equilibrio

30 abril 2018

Las hormonas juegan un papel muy importante en mantener nuestra salud. El hambre, las emociones, la reproducción, el crecimiento, etc., ocurren gracias a diferentes hormonas. Las hormonas son mensajeros químicos que se producen en distintas glándulas del cuerpo que regulan y coordinan las funciones de nuestros órganos.

Por ejemplo, una hormona que seguro conoces es la insulina, que se produce en el páncreas cuando acabas de comer para permitir el paso de la glucosa a las células del cuerpo.

Desequilibrios hormonales

Cuando las hormonas no están balanceadas en el cuerpo, ocurren severos problemas en nuestro organismo. Algunos de los padecimientos más comunes son la diabetes, infertilidad, hipotiroidismo e hipertiroidismo, insomnio, etc.

Normalmente los médicos tratan los desequilibrios hormonales administrando hormonas artificiales que el cuerpo no está produciendo como debería. Estos tratamientos ayudan a aliviar los síntomas relacionados con estos desequilibrios, pero no ayudan a atacar el problema principal de por qué ocurrió ese desequilibrio hormonal; por lo tanto, no curan estas enfermedades ni detienen su progreso.

Los desequilibrios hormonales pueden ocurrir por múltiples causas: antecedentes heredo-familiares (genética), estrés, alimentación, toxinas, etc. Debido a las múltiples causas, es difícil encontrar una sola cura, sin embargo, como en la mayoría de las enfermedades, mantener un estilo de vida saludable puede ayudar a mejorar los síntomas de un desequilibrio hormonal y a balancear adecuadamente las hormonas.

La alimentación y las hormonas

La alimentación es fundamental para que las hormonas mantengan un balance adecuado en el organismo. Comer Limpio es una de las mejores formas de mantener una buena salud y de evitar desequilibrios hormonales.

Para ayudar al correcto equilibrio hormonal, te dejamos estos consejos:

Consume grasas saludables.

El cuerpo necesita ácidos grasos (provenientes de las grasas) para la producción de hormonas. Las mejores fuentes de grasas son aquellas que provienen de alimentos enteros y no de aceites vegetales (si no sabes por qué no es recomendable excederte en aceites vegetales puedes leer mi artículo «Aceites vegetales…¿buenos o malos?) o de productos de origen animal. Excelentes fuentes de grasas saludables son alimentos como el aguacate, el coco, las semillas de chía, las semillas de lino o linaza, y los frutos secos y semillas en general.

Aunque es importante el consumo de grasas saludables, no hay que abusar. El exceso en el consumo de grasas se ha visto relacionado con el aumento en los niveles de hormonas sexuales y esto a su vez se ha visto relacionado con ciertos tipos de cáncer.

Lo más fácil para consumir las cantidades adecuadas de grasa es limitar el consumo de aceites vegetales y de productos de origen animal y asegurarte de incluir en tu alimentación habitual alimentos enteros con un buen contenido de grasas (como los que se han mencionado más arriba).

Evita el consumo de lácteos y sus derivados.

Los lácteos son alimentos con un alto contenido de hormonas. Esto es debido a dos motivos, uno es que en algunas la granja se les subministra hormonas a las vacas para que estas produzcan más leche y el otro es que la leche es un alimento de crecimiento y como tal, de forma natural contiene hormonas de crecimiento.

Para que las vacas puedan estar produciendo leche, estas deben estar embarazadas o estar lactando por mucho tiempo.

Durante el embarazo y la lactancia, la cantidad de hormonas que el animal fabrica se eleva muchísimo y eso se va directo a la leche y sus derivados… y después a tu organismo.

Consume alimentos que ayuden a balancear las hormonas en el cuerpo.

Existen algunos superalimentos/superfoods que tienen un efecto beneficioso en el balance hormonal.

Aquí te doy algunos ejemplos, pero si quieres conocer más sobre ellos, puedes echarle un vistazo a mi libro Superfoods.

Maca: ayuda a equilibrar las hormonas sexuales.
Bayas de goyi: promueve la producción de las hormonas del crecimiento.
Jengibre: estimula los receptores de la hormona de la felicidad.
Semillas de lino: contienen fitoquímicos que promueven la regulación hormonal.

En general, es muy importante consumir diferentes vegetales por los fitoquímicos y antioxidantes que contienen y que mejoran el balance hormonal.

¿Y la soja?

La soja es un alimento muy controversial, ya que contiene fitoestrógenos que son sustancias químicas similares a los estrógenos humanos (hormonas sexuales). Estos fitoestrógenos son mucho más débiles que los estrógenos, por lo que eso realmente no es un problema.

A fin de cuentas, la soja es una leguminosa y, al consumirse como un alimento entero, se le han encontrado varios beneficios hormonales como proteger contra el cáncer de ovario, mejorar los síntomas de la menopausia y prevenir la osteoartritis.

El problema de la soja es que en muchos ocasiones ya no se encuentra como un alimento entero, sino como un producto altamente procesado y, en la mayoría de los casos, genéticamente modificado. Esto hace que en vez de aportar los beneficios que se le han adjudicado a la soja, ésta sea tóxica para nosotros. Si vas a consumir soja procura que esta sea poco procesada y orgánica como los edamame, el miso, el tempeh o salsa tamari.