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Estilo de vida

10 razones para reducir el consumo de alcohol

6 julio 2018

Tomar alcohol hoy en día es bastante común, ya que se ha vuelto una de las principales formas de socializar con los amigos o de acompañar los alimentos. Hay diversos estudios que encuentran beneficios del alcohol a la salud y mucha gente justifica su consumo por eso, pero realmente son más los efectos negativos que los positivos.

En la filosofía Come Limpio no incluimos el consumo de alcohol, ya que no puede ser considerado como una bebida saludable por los efectos nocivos que tiene sobre el hígado y nuestra salud en general. Se reserva solo para ocasiones especiales y esporádicas, si cabe.

En este artículo te doy 10 razones para reducir tu consumo de alcohol o, si lo prefieres, eliminarlo por completo.

1-El consumo de bebidas alcohólicas inhibe la absorción de varios nutrientes.
Cuando tomas alcohol, este compite contra ciertos nutrientes para ser absorbido en tu organismo. Esto significa que en muchos casos, el cuerpo deja de absorber algunos nutrientes para poder metabolizar el alcohol dando pie a deficiencias que pueden desembocar en otros síntomas y enfermedades. Las deficiencias de nutrientes más comunes por el consumo de alcohol son el de las vitaminas A, E, D y algunas del complejo B y minerales como el calcio, magnesio, hierro y zinc.

2-Tomar alcohol está relacionado con varios tipos de cáncer.
El cáncer es una enfermedad donde se daña el ADN de las células del cuerpo y se forman tumores que perjudican el
funcionamiento de nuestro cuerpo. La ingesta de bebidas alcohólicas está relacionada con los siguientes tipos de cáncer:
Cáncer de colon y recto
Cáncer de mama
Cáncer de la cavidad oral, faringe y laringe
Cáncer de esófago
Cáncer de hígado
Cáncer de estómago
Cáncer pancreático
Cáncer de pulmón

3-Hay una relación muy clara entre la ingestión de alcohol y la depresión.
El alcohol es una sustancia depresiva, ya que afecta las funciones del cerebro activando y desactivando la transmisión de ciertos neurotransmisores. Hay un neurotransmisor en el cerebro llamado GABA que funciona como inhibidor y otro llamado glutamato que aumenta la excitación. El alcohol mejora la transmisión de GABA e inhibe la actividad del glutamato, por lo tanto, cuando ingieres bebidas alcohólicas sientes menos, eres menos perceptivo, afecta tu memoria y todo esto contribuye a la depresión. Mucha gente toma alcohol cuando están deprimidos, pero esto solo empeora la situación.

4-Si estás intentando bajar de peso, el alcohol lo hará más difícil.
Aunque en la filosofía Come Limpio no contamos calorías, es importante saber que los alimentos o bebidas con un alto contenido de calorías contribuyen al aumento de peso. Cuando comes limpio y basado en plantas, la mayor parte de los alimentos que consumas aportarán pocas calorías en comparación a los nutrientes que contienen, pero cuando consumes alimentos altamente procesados, ricos en azúcares y grasas, tu cuerpo acumulará grasa con mayor facilidad por el exceso de calorías. El alcohol
contiene alrededor de 7 kcal por gramo y son consideradas calorías vacías, ya que casi no aporta nutrientes ni beneficios a la salud.

5-El alcohol promueve el aumento de la permeabilidad intestinal.
El intestino tiene una barrera —parecida a un colador o una red— que evita que ciertas moléculas de gran tamaño sean absorbidas por el cuerpo. El alcohol afecta la función de barrera del intestino dejando pasar moléculas que no deberían de pasar (como por el cuerpo).

El alcohol afecta la función de barrera del intestino dejando pasar moléculas que no deberían de pasar (como algunas proteínas), que después entran en el torrente sanguíneo y causan inflamación y malabsorción de nutrientes; a esto se le síndrome de intestino irritable.

6-La ingesta de alcohol incrementa el riesgo de pancreatitis y enfermedades del hígado.
La malnutrición provocada por el alcohol que inhibe la absorción de varios nutrientes está relacionada con la pancreatitis, que es un enfermedad que daña e inflama el páncreas evitando que este funcione correctamente.
También, el hígado que es nuestro principal órgano depurador, se ve afectado cuando se consumen altas cantidades de alcohol, ya que esto puede producir cicatrices en el hígado que desarrollan cirrosis hepática y a la larga puede hacer que el hígado deje de funcionar.

7-Las bebidas alcohólicas están relacionadas con un aumento de la presión arterial.

La ingestión de tan solo dos bebidas alcohólicas al día incrementa un 25% el riesgo de desarrollar hipertensión arterial en hombres, según un estudio del 2010 realizado con el apoyo de organizaciones enfocadas en la investigación del alcohol y las drogas y sus comorbilidades en los Estados Unidos, también al “proyecto de Carga global de enfermedades y lesiones 2005” y al “Centro de adicciones y salud mental” en Toronto, Canadá. Este riesgo de desarrollar hipertensión arterial aumenta conforme se aumenta la cantidad de alcohol ingerida.

8-La gente que toma demasiado alcohol aumenta notablemente el riesgo de tener un derrame cerebral.
Consumir 4 o más bebidas alcohólicas al día incrementa 200% el riesgo de tener un evento cerebrovascular hemorrágico de acuerdo a los resultados que se encontraron en el mismo estudio mencionado en el punto anterior.

9-Por más que el vino haga que te dé sueño, ingerir bebidas alcohólicas se ha visto relacionado con el insomnio.
De las personas que consumen alcohol de forma crónica, un 35 al 70% padecen insomnio. Esto sucede porque, aunque el alcohol puede ayudar a conciliar el sueño, la calidad de este se ve afectada; una vez que el alcohol es metabolizado —después de unas 4
a 6 horas de haber tomado alcohol—, la supresión del sistema nervioso causada por el alcohol se revierte y el sistema nervioso se vuelve hiperactivo, lo que te despierta al cabo de pocas horas de haberte quedado dormido.

10-El alcohol causa adicción.
Indiscutiblemente, el alcohol es una sustancia que genera dependencia —adicción—. Esto ocurre ya que el alcohol anula el centro de recompensa del cerebro, llamado sistema límbico, lo que hace que las personas no puedan dejar la sustancia a la que son adictas sin tener síntomas de abstinencia como ansiedad, depresión, fatiga, vómito, alucinaciones y hasta convulsiones.