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ALIMENTACIÓN PARA NIÑOS EN BASE AL COME LIMPIO

Alimentación para Niños

Los niños son nuestro futuro y su salud y educación nutricional tienen un peso muy importante en la garantía para el desarrollo saludable de la sociedad. Las bases que se asienten en su mente y en sus hábitos diarios formarán su persona, por eso es tan importante cuidar de su alimentación, para que esta sea equilibrada, consciente y ética.

Tal vez pienses que alimentar a un niño menor de edad exclusivamente con alimentos de origen vegetal conlleve un déficit o retraso de su desarrollo. Puede que te entre el temor y dudes de que sea la mejor opción para tus hijos aunque tú sí sigas una alimentación limpia y libre o muy reducida de alimentos de origen animal y te sientas más que bien.

Las mismas razones por las cuales tú quisiste hacerlo y los beneficios que has experimentado hasta el momento aplican para tus hijos. ¿No quisieras lo mismo para ellos?

Para tu tranquilidad decirte que ya son varias organizaciones de salud que apoyan este estilo de alimentación. La Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos publicó en 2016 un reporte en el cual se posicionaba a favor de las dietas vegetarianas y veganas como opción saludable en todas las etapas de vida —incluyendo la infancia— siempre y cuando éstas se lleven a cabo de forma estructurada y balanceada.

Alimentación para Niños

Los principios básicos de la filosofía Come Limpio

Para estrenarme en el tema de la alimentación infantil en mi blog, primero quisiera revisar los pilares de la filosofía COME LIMPIO y como aplicarlos en la alimentación de los más pequeños.

1-Eliminar las toxinas del cuerpo:

Las toxinas son sustancias tóxicas que dañan nuestro organismo. Estas pueden encontrarse en el medio ambiente, en nuestros alimentos, en los utensilios que utilizamos, etc. El problema de las toxinas es que pueden causar problemas en el desarrollo de los niños, ya que evitan que los órganos vitales trabajen correctamente, provocan desequilibrios hormonales, acumulación de grasa, entre otras cosas.

Lo mejor que podemos hacer para proteger a los niños de estas sustancias tóxicas es que estén lo menos posible en contacto con los productos que las contienen. Hay algunas que no podremos evitar, como las toxinas que se encuentran en el aire, pero hay muchas otras que sí, como las que se encuentran en los envases de plástico de algunos snacks y bebidas o evitando ponerles productos de higiene con demasiados químicos y utilizar los más naturales posibles.

En cuanto a la alimentación, debemos evitar darles a los niños alimentos procesados que contienen aditivos químicos, grasas hidrogenadas y azúcares refinados para mejorar el sabor y la conservación de los mismos. Estas sustancias alteran la percepción del sabor, adormeciendo las papilas gustativas y solo estimulándolas cuando se vuelven a consumir más de estos químicos. La lengua deja de apreciar los sabores naturales de los alimentos como la fruta por ejemplo y va a pedir que le añadas más azúcar.

Ten cuidado con el marketing de los envases de los productos para niños. Por muy saludable que parezca y por muy inofensivos que se vean sus dibujitos, lee siempre las etiquetas, su lista de ingredientes y la tabla de valor nutricional para tener una idea clara y verdadera de lo que les estarás dando a tus hijos.

¿Reconoces todos sus componentes? Si tu respuesta no es afirmativa, ¡déjalo!

2-Comer alimentos lo menos procesados posible:

Como lo mencionábamos en el punto anterior, los alimentos procesados que vienen empaquetados y listos para comer suelen tener sustancias tóxicas y dañinas para la salud. Sobre todo los alimentos procesados que son comercializados específicamente para los niños, llegan a tener saborizantes artificiales, colorantes y altas cantidades de azúcares refinados y otras sustancias para hacer que los niños los prefieran por su sabor y colores tan atractivos.

Lo malo es que cuando se le añaden estos químicos y refinados a los productos, se compromete la salud de las personas, incluyendo la de los niños, y las papilas gustativas se adaptan a estos sabores tan intensos, haciendo aún más difícil que los niños acepten vegetales y otros alimentos más naturales.

3-Eliminar los alimentos que provocan hipersensibilidad al cuerpo (gluten, soja, lácteos):

Hay algunos alimentos que en la mayoría de las personas llegan a causar hipersensibilidad, sobre todo en los niños que no han terminado de desarrollar bien sus órganos internos y su microbiota intestinal. Estos alimentos pueden llegar a causar colon irritable, malabsorción de los nutrientes, dolores de cabeza y migrañas, fatiga, mucosidad, asma, hinchazón generalizada, estreñimiento, gases, piel seca y acné.

Los alimentos que más hipersensibilidad causan son la soja, el gluten, los lácteos (no, no le faltaran nutrientes a los niños si no consumen lácteos), el café, entre otros. Es importante identificar estos y otros alimentos que puedan llegar a causarles malestar a los niños en edades tempranas para evitar problemas crónicos.

4-No contaremos calorías, sino colores:

Este punto es especialmente importante con los niños, ya que cuando se trata de alimentos enteros no hará falta decirle a los niños que dejen de comer para evitar que tengan sobrepeso y obesidad. Todos estamos diseñados para comer cuando nos da hambre y dejar de comer cuando ya hemos comido lo suficiente. Esto ha ido cambiando, ya que el consumo de alimentos altamente procesados confunde las señales de saciedad y hambre en el cuerpo que evitan que dejemos de comer cuando ya hemos ingerido lo suficiente.

Es importante que los niños vayan aprendiendo a escuchar a su cuerpo y que sepan que los alimentos basados en plantas y enteros pueden ser consumidos libremente hasta quedar satisfechos.

Para evitar deficiencias de nutrientes, hay que enseñarles a los niños que los colores de los vegetales indican que esos alimentos contienen diferentes nutrientes, por lo que es mejor que coman vegetales de todos los colores del arcoíris a lo largo del día.

5-Llevar una alimentación alcalina:

La alimentación alcalina se da para crear un ambiente en nuestro organismo que promueva la colonización de bacterias buenas y se evite la inflamación y el desarrollo de enfermedades crónicas. Ésta se basa principalmente en vegetales y se enfoca en los vegetales de hoja verde por sus propiedades depurativas, tonificantes y antioxidantes.

Sabemos que a los niños les puede costar trabajo comer tantas verduras, por lo que la creatividad va a ser crucial en lo que sus papilas gustativas se acostumbran. Puedes crear salsas a base de verduras para condimentar los alimentos o incluso puedes ir enseñando a tus hijos a tomar zumos y batidos verdes. Y para más ideas también puedes leer este artículo: 7 trucos para incrementar tu consumo de vegetales

Algo que también despertará su interés es hacerlos partícipes de la preparación de sus comidas, las cuales incorporarán también verduras. Cuando ellos crean también les entra más curiosidad para probar. Lee este otro artículo con 5 razones para que los niños ayuden en la cocina.

6-Utilizar la correcta combinación de alimentos:

Hay ciertos alimentos que llevan más o menos tiempo de digestión que otros y cuando se combinan pueden causar malestares estomacales e incluso evitar que los nutrientes que contienen se absorban de la mejor forma.

Cuando los niños llevan una correcta combinación de sus alimentos aprovecharán mucho mejor sus propiedades y evitaran algunos gases y malestares.

7-Alimentos Primarios (relaciones, aprendizaje y actividad física):

Así como nosotros, los niños no solamente se nutren de los alimentos que consumen, sino también de las relaciones interpersonales con sus amigos y familiares, las cosas que aprenden en la escuela y fuera de esta, la conexión que tengan con la naturaleza y los juegos donde descarguen toda su energía.

Todos estos juegos, aprendizajes y amigos que vayan formando a lo largo de su vida, nutrirán la infancia de tus hijos más allá de la comida, por lo que no debemos descuidar todo su desarrollo de una manera integral, holístico o completa.

Los niños dependen generalmente de los adultos que los cuidan, por lo que si tú eres uno de esos adultos, procura ponerle mucha atención a este último punto. Un buen estado y equilibrio de los alimentos primarios puede ser más difícil de mantener que el simple hecho de preparar un plato o receta equilibrada, pero el impacto en el niño puede marcar mucho su desarrollo como adulto.

CARLA ZAPLANA
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