No podría ser menos, y empezamos el año escribiendo un pequeño homenaje a mis incondicionales de cada mañana, los zumos verdes detox.

Como cada día una se prepara su zumo verde muy a gustito, y la verdad ya puede caer una gran tormenta de nieve a fuera, que mi momento no me lo quita nadie. Desde luego hay quien no se lo toma así, lo ve como una carga. Levantarse 10-15 minutos antes, lavar las verduras, pelar y cortar, preparar el zumo y por si fuera poco… lavar el extractor cold-press.  Si, si, todo esto, todo esto que haces por TI, para cuidarte, que te levantas cuando aun toda la casa está en silencio, ese momento para disfrutar contigo mismo, para abrir el frigorífico y elegir los primeros alimentos frescos que van a nutrir tu cuerpo, tu ser físico, lavarlos y pelarlos, cuidar de ellos como ellos harán de ti cuando los tomes, limpiar las piezas de la máquina bajo un chorro de agua calentita mientras escuchas esa música que te gusta o recitas tus mantras para con gran gusto tomar tu premio, tu buen y merecido zumo verde.

Ya veis, sarna con gusto no pica. O mejor dicho, cada cual elije el color de sus gafas, el color con el que mirar al mundo.

Pues bien, esta semana estamos a temperaturas muy bajas en Massachusetts, llegando hasta -14 grados bajo cero. ¡¿Y quien me lo habría dicho a mi que acabaría viviendo en este clima tan frío con lo que me gusta el sol, el calorcito y clima tropical?!

En fin, aunque con este frío no creo que quede vivo ningún bicho… ;-P, ahora más que nunca es cuando debemos reforzar nuestro sistema inmunológico y subir nuestras defensas para prevenir resfriados, gripes e infecciones de garganta.

Así que esta mañana he preparado una deliciosa medicina, un zumo verde con beneficios antiinflamatorios, diuréticos, antioxidantes, remineralizantes, y sobretodo depurativos. (Por cierto, esta es muy buena opción para los que estáis dentro del programa DEUPRA SOS que empezamos mañana)