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Alimentación para una mente productiva

Descubre la alimentación que te hará rendir en el trabajo.

¿Os ha pasado alguna vez estar frente el ordenador, tener la agenda llena, con un sinfín de papeles para revisar y no hay manera de avanzar?

Nos sentimos cansados, bloqueados, estresados… Seguro que este has sido tu en más de una ocasión…

¿Sabes que tu alimentación y tus rutinas diarias pueden jugar un papel muy importante en la productividad de tu jornada laboral?

1. Empieza el día agradeciendo lo que tienes

Una actitud positiva enfocará el día de color de rosa o del color que tu prefieras. Sin levantarte de la cama, escribe en una pequeña libreta o cuaderno que tendrás a mano en tu mesita de noche,  3 cosas por las que estás agradecido.

Tómate 15 o 30 minutos para llevar acabo una buena meditación o respiración consciente, eso te ayudará a oxigenar el cerebro y tener las ideas más lúcidas a lo largo del día. El tema de la meditación te puede parecer un poco “Yuppie“, pero hay estudios científicos que prueban su eficacia e incluso grandes empresas como Google lo inculcan a sus empleados y tienen espacios reservados para ello.

2. Toma un vaso de agua tibia con limón en ayunas

El cuerpo necesita hidratarse después de pasar más de ocho horas, sin recibir líquido. Nuestro organismo es más del 70 % agua así que es bueno que lo hidratemos con agua de calidad. El agua aporta la energía eléctrica que nuestro cerebro necesita desarrollar sus funciones. Está comprobado que nos ayuda a pensar más rápido, tener más claridad mental, creatividad y focalizar los problemas. Piensa en cómo nos sentimos cuando tenemos mucha sed…

No lo olvides… “Be water my friend”

3Zumo o batido verde

Lejos de ser una moda, este elixir verde ha llegado para quedarse. Cambiar el hábito del café negro, amargo y acidificante por un chute de energía repleto de vitaminas, minerales, antioxidantes y enzimas que llenaran tu día  vitalidad.

Es ideal tomarlo a primera hora de la mañana aunque puedes tomarlo en cualquier momento del día. Y sí, puedes tomar tanto como quieras siempre que te sienta bien y no sea un estímulo demasiado laxante para tus intestinos

Aunque no sea la opción de preferencia, puedes preparar el zumo verde o batido la noche anterior o incluso llevártelo al trabajo, siempre que lo guardes refrigerado y dentro de un termo o bote de cristal.

Recuerda un zumo verde está compuesto por hojas verdes: lechuga, espinacas, acelgas, col, col kale + otros vegetales como: apio, pepino, zanahoria, remolacha + una pieza de fruta.

 4. Trabajo fraccionado y mover el cuerpo

¿Sabías que no podemos mantener la atención 100% a una misma tarea durante más de 45 minutos? Pasado este tiempo, levántate, ve al baño, respira aire fresco, estira las piernas, e incluso haz pequeños saltitos saltos para estimular el sistema linfático, ¡shake your body! Cuando regreses al despacho, seguro que serás más productivo.

5. Buena combinación de alimentos

Lo que comemos tanto nos puede aportar energía como quitárnosla.

¿Cuantas veces después de comer nos sentimos hinchados, con digestiones pesadas o tenemos ganas de echarnos una siesta, y en lo último que pensamos es volver al trabajo?

Nuestro sistema digestivo utiliza más del 50% de energía que necesitamos diariamente para poder hacer la digestión. Si le facilitamos el proceso asimilación de los alimentos nos sentiremos mucho más activos y despiertos después de nuestras comidas.

Son varias las reglas de la buena combinación de alimentos, pero empieza por practicar una de las más importantes que es la de No mezclar los carbohidratos con proteína animal. Traducido en platos podríamos verlo así: un plato de ensalada o verduras con arroz integral, quínoa, legumbres u otros cereales libres de gluten como el mijo o alforfón, o si no eres vegetariano, una buena ensalada o verduras con pescado al horno, huevo/tortilla o carne blanca.

No comeremos fruta de postre, pero la podremos ingerir media hora antes de comer.

 6. Alimentos que nos harán sentir ”sharp” ”sharp”

Alimentos ricos en omega 3, nos ayudarán a reforzar nuestro sistema nervioso, y como tal, nuestro cerebro.

Come pescado azul u aún mejor, opciones veganas como enriquecer tus ensaladas con hoja verdes y tus cremas de verduras con semillas de chia, cáñamo, u otros frutos secos, o empieza a descubrir los nuevos e interesantes sabores de las algas en tus platos.

 7. Buenas opciones para recuperar la energía

Cuando nos sentimos débiles o se nos despierta el gusanillo del hambre, buscaremos opciones saludables para aportar los azúcares naturales y necesarios sin recurrir a alimentos llenos de azúcares o harinas refinadas.

A media mañana o tarde podemos tomar una pieza de fruta o una infusión con un puñado de frutos secos. Así de fácil y así de sencillo, así que no hay mas excusa en abrir el cajón del despacho, recoger 4 monedas y alimentar a la máquina dispensadora “vending machine” del hall de la oficina… El Kit-Kat o el paquete de Oreo nos aportan un placer momentáneo al paladar, pero pocos minutos más tarde nos hacen sentir miserables por la bajada de azúcar que provocan. Los alimentos procesados contienen azúcares refinados los cuales provocan un efecto rebote, nos aportan mucha energía en el momento en que los comemos, pero al poco tiempo la perdemos, provocando en nuestro organismo un ciclo vicioso para consumir más y más azúcares.

 8. Desconecta

Una vez terminada la jornada laboral encuentra tú tiempo. “ME TIME” como dicen en América… Aunque sean tan solo cinco minutos, dedícatelos a ti. Regresa andando a casa, queda con algún amigo para tomar algo, date un paseo por el parque, haz deporte, yoga o meditación. No te lleves los problemas de la oficina a casa. Practica alguna actividad que te haga sentir satisfecho, que te de esa sensación de mimos hacia ti.

 9. Descansa

Si no dormimos lo suficiente nos sentiremos cansados, el día se nos hará largo, nuestra mente no podrá estar concentrada y nuestro cuerpo no dejará de pedirnos caprichos dulces para mantenernos despiertos. Lógico, ¿No?

Debemos descansar y dormir las horas necesarias, un mínimo de 7, la mejor franja horaria debe cubrir de las 11 de la noche hasta las 6 de la mañana, para poder levantarnos con optimismo, con el cuerpo reparado y recargado de energía. De este modo será mucho más fácil afrontar el día con alegría y llegar a la oficina regalando a los compañeros nuestra mejor sonrisa.

CARLA ZAPLANA
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