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COME LIMPIO cuando viajas de forma práctica y guilt-free

Como muchos sabéis recientemente he estado de viaje por Asia, fueron tan solo unos poquitos días pero puedo estar más que agradecida por ellos. Días que me permitieron desconectar un poquito del trabajo y reconectar conmigo misma así que todo un regalo.

Muchos me escribisteis con la curiosidad de saber cómo mantengo mi filosofía COME LIMPIO cuando estoy fuera de casa o viajo a lugares remotos donde el acceso a alimentos específicos es limitado. Bien, ante todo deciros, que cuando estoy de vacaciones me relajo, es en esos periodos del año en el que me doy más caprichos y de hecho tiene sentido, no? Todos lo hacemos! Y segundo cabe decir que es cuando estamos de vacaciones o fuera de casa donde debemos aprender a ser flexibles en todos los aspectos y no sentirnos para nada culpables por lo que comemos o no podemos hacer.

Algo bueno tiene nuestro cuerpo y es que cada día se renueva y nos da la oportunidad de limpiarlo una vez volvemos a los buenos hábitos. A veces creo incluso que el cuerpo es demasiado generoso con nuestras acciones, aguanta lo que no está escrito antes de caer enfermo…

Bien, al grano y a lo que iba, aquí he recogido 9 puntos que tengo presentes cuando viajo, algunas recomendaciones que deseo que os sirvan también a vosotros cuando planifiquéis vuestras tan esperadas y merecidas vacaciones.

1-Empezar el día con una buena hidratación. Después de lavarnos los dientes y la lengua, que no nos falte el vaso de agua con limón. Aquí tenemos varias opciones

  • si estamos en un hotel nos será muy fácil pedir un vaso de agua calentito y un trocito de limón.
  • Si estamos en un apartamento, podemos localizar un supermercado o verdulería y hacernos con algunos limones,
  • si dudamos de si tendremos acceso a limones naturales, otra opción, y la que estuve utilizando en este ultimo viaje fue añadir 2 gotitas de aceite esencial de limón al vaso de agua. Eso sí, aseguraros que el aceite esencial es puro o garantice que es apto para el consumo vía oral. Yo en particular utilizo los aceites esenciales de la marca DoTerra con los que estoy encantadísima.

2-Siempre verde. Es ideal si podemos llevarnos nuestro extractor de zumos o batidora con nosotros de vacaciones, ni que sea una pequeña batidora individual, y poder prepararnos nuestro zumo o batido verde matutino, pero en muchas ocasiones esto no es posible así que podemos recurrir a otras opciones:

  • Localizar una juice bar cerca de nuestro hotel/hostal/ apartamento
  • Comprar un zumo de naranja y añadirle hierba de trigo o nuestra mezcla de vegetales y frutas en polvo que nos habremos llevado de casa. Yo ahora mismo estoy usando la mezcla Green Superfood de la marca Amazing Grass
  • Si no podemos encontrar un zumo de naranja u otro zumo de fruta natural nos prepararemos un chupito de agua con nuestros polvitos 😉 Así nos aseguramos, sí o sí que empezamos con una buena dosis de vitaminas, minerales, antioxidantes y enzimas alcalinizantes que nos van a aportar un chute de energía para empezar el día. Este punto lo considero muy importante sobretodo si es que estamos viajando en países exóticos donde no tenemos acceso a alimentos frescos y/o el riesgo de contraer infecciones o bacterias es más elevado, pues todos estos micronutrientes nos ayudarán a fortaleces nuestras defensas que ya pueden verse alteradas por el simple hecho del cambio de horario , comidas y clima.
  • Como último recursos, si nada de lo anterior es posible, la mejor opción es empezar el día con fruta fresca y preferible que sea un cítrico por su mayor aporte de vitamina C. Es cierto que cuando viajamos a países donde el consumo de agua puede causarnos problemas digestivos se recomienda evitar el consumo de alimentos crudos…Personalmente no puedo vivir sin ellos así que no sigo demasiado este consejo, pero si eres e los que tiene un estómago sensible procura comer fruta de piel gruesa y que debas pelar como las naranjas, mandarinas, y piña. 

Si el vendedor se ofrece a pelar tu fruta siempre vigila que no la lave antes de entregártela, mantén los ojos abiertos y !frénale cuando le veas la intención!

3-Desayuno: si con el zumo o batido verde no nos quedamos satisfecho la opción más práctica es seguir con un buen plato de fruta.

  • Si queremos mantener un desayuno ligero escogeremos frutas ácidas y con alto contenido en agua como los cítricos, melones y frutas del bosque.
  • Si necesitamos energía para llevar a cabo todas las actividades que nos esperan durante la mañana optaremos por frutas más dulces y densas como el plátano, mango, melocotón, chirimoya…

En el artículo ¿Cómo combinar los alimentos para una buena digestión? puedes ver qué frutas perteneces a cada grupo y como combinarlas entre ellas. Esta es mi opción número 1, comer fruta hasta el almuerzo.

Si queremos algo más denso y tenemos acceso a ello, siempre nos podremos preparar unas gachas de avena, solo necesitamos agua calentita y los copos de avena a los que podemos añadir algunos frutos secos para hacer más consistente. Si tuviéramos algún tipo de leche vegetal como sustituto del agua, entonces, valga la redundancia, ya sería la leche, pues sería un desayuno aún más nutritivo.

Algún día durante mi viaje por Asia, Taiwán y Myanmar, empecé mi día con una sopita de verduras y noodle de arroz. Desayuno de campeones, pero bien combinado y que sentó más que bien.

4-Almuerzo y cena: siempre empezar con un buen plato de vegetales. Si estos pueden ser crudos en forma de ensalada, porque confiáis en la calidad del agua, ésta será la mejor opción. Los alimentos crudos nos van a proporcionar una vez más nuestros preciados micronutrientes, agua y fibra.

Sobretodo cuando estamos viajando, tenemos tendencia a sufrir estreñimiento, así que ingerir una buena dosis de fibra en todas nuestras comidas será de gran importancia. Otras opciones serán sopas de verduras, cremas o verduras al horno , vapor o salteadas. De Segundo, si es que no hacemos un plato único o combinado, escogeremos un plato que respete al máximo la combinación de los alimentos. Lo más importante será evitar la mezcla de proteína animal con carbohidratos , como cereales y tubérculos. De este modo haremos que nuestras digestiones sean más ligeras .

La cena siempre deberá ser más suaves que el almuerzo y procurad dejar tiempo suficiente, mínimo 2 horas, antes de ir a la cama para completar la digestión y para que nuestro organismo ya no esté trabajando al acostarnos.

5-Snacks: el mejor snack para comer a media mañana seguirá siendo fruta, y si estamos en un viaje de largas excursiones los dátiles o fruta seca nos aportaran muchos azúcares rápidos y simples dándonos energía instantánea. Los frutos secos también nos saciarán y nos aportarán buenas cantidades de minerales. Muy recomendable llevar siempre en el bolso o mochila un paquetito de nueces, almendras o semillas para evitar las tentaciones a media tarde.

6-Hidratación: no puedo remarcar más la importancia de mantener el cuerpo hidratado. Nuestro cuerpo es más del 70% agua y esta está presente en cada una de las reacciones bioquímicas de nuestro cuerpo. El agua es vital así que debemos asegurar que disponemos de ella y que esta es de calidad. El efecto deshidratador que provoca el avión en nuestro organismo debido a la baja presión atmosférica ya es motivo suficiente para empezar a acentuar la hidratación durante el vuelo. Además beber a menudo nos ayudará a regular el tránsito intestinal y a prevenir infecciones urinarias, y aun vamos a dar más importancia al consumo de líquido cuando viajamos a países tropicales donde las temperaturas no bajan de los 35”C, nos mantenemos activos y perspiramos mucho.

7-Jet Lag: lo último que queremos cuando salimos de viaje es desaprovechar el tiempo y cuando hacemos viajes de larga distancia en los que sufrimos un cambio horario los primeros días andamos como zombis. Para aliviar los síntomas del trastorno de sueño y estar a tope desde el primer día podemos ayudarnos con un suplemento de Melatonina, una hormona que se encuentra de forma natural en el cuerpo humano que se encarga de regular los ciclos noche-día y prepara el organismo para conciliar el sueño. La dosis recomendada es de 1-3 mg antes de acostarnos.

8-Botiquín: siempre me gusta llevar un pequeño kit de “supervivencia o lo llamaría mejor de conveniencia por si las moscas. En él tengo preparado:

  • un tarrito con aceite de coco para hidratar piel y labios
  • una botellita de aceite esencial de árbol del té por su efecto antiséptico y cicatrizante en caso de heridas, y para aplicar sobre granitos que nos puedan aparecer en la cara debido al cambio de alimentación y clima
  • aceite esencial de lavanda por su efecto relajante y para ayudarme a relajar, conciliar el sueño y para un buen masaje en las piernas si ha sido un día intenso de excursiones y turismo (el aceite de coco también sirve de base para hacer los masajitos)
  • y por último prebióticos, siempre ayudan a regular el tránsito intestinal y además nos serán muy útiles en caso de contraer alguna bacteria gastrointestinal que nos provoque ir demasiado ligeros al baño. Los prebióticos nos agilizarán la recuperación de la flora intestinal y reforzarán nuestro sistema inmunológico.
  • en ocasiones también me gusta llevarme enzimas digestivos, sobretodo si sé que me esperan grandes comilonas, pues mi estómago está acostumbrado a comidas ligeras y simples. Los enzimas digestivos se toman gusto al empezar a comer y hacen que la digestión de las comidas sean mucha menos pesadas.

9-Flexitarianémonos: siguiendo la filosofía Come Limpio evitaremos los lácteos, el gluten (cereales como el trigo, centeno, cebada y espelta), los fritos y los alimentos altamente procesados. Esto en ocasiones nos puede resultar una utopía incluso cuando estamos en casa, así que con más motivo aún debemos aceptar que algunos de estos alimentos caerán en nuestro plato. Además para mi, viajar también es sinónimo de entrar en la cultura del país y gran parte de ella se experimenta a través de su gastronomía. Me encanta probar los platillos típicos de cada región, disfrutar de sus sabores, olores y aprender sobre sus preparaciones, y sí esto a veces incluye comer alimentos con gluten, algunos fritos como el arroz o vegetales, o probar platos que contienen huevo o caldos con base de pollo (esto último será de relevancia si de costumbre evitas el consumo de productos de origen animal como yo). Para mi, la prioridad cuando viajo es disfrutar de la comida y del placer de integrarme en el país a través de ella.

Como siempre digo y repito “lo que cuenta es la norma y no la excepción”, y las vacaciones son momento de excepción, para darse algunos caprichos de más.

POST-VACACIONES

Eso sí, cuando ya estoy de vuelta a casa me encanta volver a mis rutinas y a reencontrarme con mis frutas y verduras crudas. Mi alimentación no es 100% crudivegana pero si gran parte de mis comidas lo son, y cuando viajo la cantidad de crudo que consumo no suele ser tan elevado, así que por lo general al regresar a casa me siento un poquito más pesada. ¿Cual es mi solución? DETOX! Sí, no estabais equivocados.. 😉 Me encanta llegar a casa, deshacer maletas, poner todo en orden y hacer un reset al cuerpo.

Mi rutina suele ser:

  • Un primer día de monoalimento (consumir un solo tipo de alimento a lo largo de todo el día), eligiendo una fruta rica en agua, mis favoritas son la sandía, las fresas y pomelos, u otra opción es comer ensaladas verdes aliñadas tan solo con vinagre de manzana o zumo de limón sin ningún tipo de grasa (no aguacate, frutos secos, semillas, ni aceite).
  • A este día de mono-alimento le sigue 1 o 2 días de semi-ayuno a base de… !ZUMOS VERDES! Mi recomendación es no empezar directamente con el semi-ayuno a base de zumos pues sería un cambio demasiado drástico para el organismo, pasar de comer muy pesado a solo ingerir liquido puede que nos haga la experiencia de los zumos más difícil, es preferible pasar por una transición donde consumimos alimentos ligeros, ni que sea por tan solo 1 día, y mantener la sensación de masticar antes de el semi-ayuno.

Y lo más importante de todo cuando estamos de vacaciones, disfrutar de cada momento y estar en el presente allí donde nos encontremos. No pensar en lo que estamos haciendo bien o mal, sino fluir y escuchar el cuerpo. Sacarnos esa presión y conflicto interno de querer hacer las cosas a la perfección, primero porque la perfección no existe y segundo ¿quien quiere ser perfecto y aburrido en un mundo con tantas posibilidades? Escuchad el cuerpo en cada instante y dadle lo que os pide en cada momento. Siempre que la elección sea hecha a consciencia, ésta será una buena elección.

¡Respirad y que tengáis un bonito viaje!

CARLA ZAPLANA
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LA SALUD DE NUESTRO HÍGADO

Aunque el cuerpo funcione como un organismo holístico formado por muchos sistemas, es importante considerar el rol específico de algunos

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