• Comienza con pequeños cambios:

El primer paso para incluir más frutas y verduras en tu día a día es comenzar con pequeñas modificaciones. Introduce una fruta o una verdura extra en cada comida, ya sea en forma de ensaladas, batidos, salsas o como tentempié entre comidas. Establecer metas alcanzables te ayudará a mantener la motivación y convertirlo en un hábito duradero.

• Juega con los colores:

Una de las formas más divertidas de aumentar la variedad de frutas y verduras en tu alimentación es a través de los colores. Cada color representa diferentes nutrientes y beneficios para la salud. Prueba a incluir una amplia gama de colores en tus platos, desde el verde vibrante de las espinacas y el rojo intenso de las fresas hasta el naranja radiante de las zanahorias. Esto no solo hará que tus comidas sean visualmente atractivas, sino que también te asegurarás de obtener una amplia gama de nutrientes esenciales.

• Haz de los smoothies tu mejor aliado:

Los smoothies son una excelente manera de obtener una buena dosis de frutas y verduras en un solo vaso. Mezcla tus frutas favoritas, como plátanos, bayas y mango, con verduras frescas como espinacas o kale. Además, puedes agregar un toque de frescura con hierbas aromáticas como la menta o el cilantro. Experimenta con diferentes combinaciones y disfruta de un nutritivo y delicioso batido a cualquier hora del día. Si te falta inspiración, recuerda que tengo un libro que se llama Batidos Verdes con muchísimas recetas nutritivas y llenas de vida.

• Explora nuevas recetas y técnicas culinarias:

La cocina es un mundo lleno de posibilidades creativas, y es el lugar perfecto para experimentar con frutas y verduras. Busca recetas que te inspiren y que incluyan ingredientes frescos. Puedes probar técnicas culinarias como el salteado, el asado al horno, el vapor, el grill o incluso la fermentación.