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Salud intestinal con probióticos naturales

La microbiota intestinal es una comunidad de bacterias que viven en nuestro cuerpo y que están involucradas en muchos procesos naturales. Tenemos alrededor de 40 billones de bacterias; el 90% de nuestras células son bacterias.

Muchas veces pensamos que las bacterias son microorganismos malos que nos atacan y por lo tanto hay que eliminarlas de nuestra vida. Por ello nos lavamos las manos antes de comer y después de ir al baño, desinfectamos nuestros vegetales, limpiamos nuestra casa, etc. Muchas de estas acciones son correctas, ya que efectivamente hay ciertas bacterias que nos enferman, pero, hay otras bacterias que viven en nosotros y que sin ellas no podríamos sobrevivir.

Hay diferentes tipos de bacterias viviendo en nuestro organismo (principalmente en nuestro intestino) y éstas pueden determinar si desarrollamos o no algunas enfermedades, si aumentamos o bajamos de peso, si nos sentimos alegres o enfadados, etc. Es por eso que dicen que el intestino es nuestro segundo cerebro.

¿Cómo vamos formando nuestra microbiota intestinal?

¿Alguna vez has visto la película de Eddie Murphy llamada Tripulación Dave (Meet Dave) donde muchas personas pequeñitas controlaban una persona para indicarle qué hacer, decir, pensar, etc.? Digamos que nuestra microbiota es así. Dentro de nosotros hay microorganismos vivos que se encargan de ayudarnos a sobrevivir mientras ellos sobreviven también. Sin embargo, no todos los microorganismos que tenemos son los mejores para nuestra salud, y para hacer que predominen cierto tipo de bacterias es necesario controlarlo a través de nuestro estilo de vida.

Las primeras bacterias que van formando nuestra microbiota son las que obtenemos a través de nuestra madre a la hora de nacer en un parto natural; de hecho, estas bacterias son tan importantes que se están creando formas de pasárselas también a los bebés que nacen por cesárea y que no obtienen los beneficios de las bacterias que se transmiten a través del parto vaginal. Después de eso, obtenemos más bacterias durante la lactancia y posteriormente por nuestra convivencia con el medio ambiente y los alimentos que consumimos.

Probióticos y prebióticos… ¿qué son y dónde los encontramos?

Los probióticos son bacterias buenas que nos mantienen saludables, ya que ayudan a absorber nutrientes de forma adecuada y a combatir infecciones. Entre las principales funciones de los probióticos están el fortalecer el sistema inmunológico, promover una digestión saludable, mantener una piel sana y reducir la inflamación. Estos probióticos los podemos consumir a través de nuestra alimentación o a través de suplementos; lo ideal es combinarlos junto con prebióticos para obtener los mayores beneficios.

Los prebióticos son un tipo de fibra insoluble (también conocidos como oligosacáridos) que sirven como alimento de los probióticos y los ayudan a sobrevivir en nuestra microbiota. Sin prebióticos, aunque nosotros nos suplementáramos con probióticos, las bacterias no serían capaces de sobrevivir. 

Por ello la importancia de consumir tanto probióticos como prebióticos, y estos prebióticos normalmente los vamos a obtener de alimentos saludables que contienen este tipo de fibra como ajo, cebolla, espárragos, alcachofa, plátanos, entre otros.

Disbiosis intestinal… cuando algo no anda bien

Cuando alteramos nuestra microbiota de tal forma que las bacterias dañinas predominan en nuestros intestinos (disbiosis intestinal), damos paso al desarrollo de enfermedades en nuestro cuerpo.

Una disbiosis intestinal puede ocurrir por varias razones; entre las más comunes es el uso de antibióticos. Los antibióticos, se encargan de eliminar bacterias, algo bueno cuando hay una bacteria que nos está haciendo daño. El problema está en que también se eliminan bacterias buenas que queremos mantener. Un médico holístico siempre recetará tomar probióticos si tomas antibióticos. De esta manera recuperarás parte de las bacterias buenas que perderás. El procedimiento de las tomas será esperar unas 3-4 horas después del antibiótico para tomar el probiótico.

Otra manera en la que puede ocurrir una disbiosis es por malos hábitos alimenticios. Si en nuestra dieta predominan azúcares refinados, productos procesados o alimentos de origen animal,  propiciamos la proliferación de bacterias «malas» y las «buenas» disminuyen por falta de prebióticos en nuestra alimentación.

¿Cómo hacemos que predominen bacterias buenas en nuestra microbiota intestinal?

Al cabo de solo un día nuestra microbiota intestinal puede cambiar significativamente el tipo de bacterias que predominan. Esto se vio en un estudio del 2014 —apoyado por grandes institutos como el National Institutes of Health, Nutrition Obesity Research Center y General Mills Bell Institute of Health and Nutrition—publicado en una revista internacional de ciencia llamada Nature.  En el estudio se prepararon dos tipos de dietas, una basada en alimentos exclusivamente de origen vegetal y la otra basada en alimentos de origen animal. En un día de darle la dieta de origen animal a personas vegetarianas, se vio un cambio significativo en la flora intestinal y en el tipo de bacterias predominantes.

Conclusión, podemos influir en el tipo de bacteria intestinal que tenemos con nuestra alimentación. Los mejores alimentos para promover el crecimiento de bacterias buenas son los más naturales y de origen vegetal (llenos de fibra y prebióticos).

Alimentos Probióticos

Una buena manera de incluir probióticos extras es añadir alimentos fermentados a tu alimentación. Este tipo de productos fermentados contienen bacterias saludables que colonizan nuestro organismo de buenos microorganismos. Procura consumir los menos procesados posibles para obtener beneficios sin toxinas o químicos dañinos. Algunos alimentos fermentados saludables son el kimchi, chucrut y los yogures vegetales.

Si sigues la filosofía Come Limpio, es prácticamente un hecho que lograrás obtener todos los probióticos y prebióticos necesarios para tener una microbiota intestinal saludable, ya que está llena de verduras, frutas, granos enteros, leguminosas y especias.

CARLA ZAPLANA
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